El Mindfulness es la focalización de la atención en el momento presente, es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo “aquí y ahora”, aceptándolo sin más, sin intentar cambiar, ni juzgar nada. Su significado es plena consciencia.
La práctica del mindfulness es positiva para todos los niños y adolescentes. Les ayuda a relajarse, a pensar y tomar conciencia de su cuerpo, sus emociones y sus pensamientos. Numerosos centros educativos ya han implantado momentos diarios de esta práctica u otras de meditación para mejorar los resultados académicos de sus alumnos.
La práctica en adultos, previene la hipertensión arterial y reduce los niveles de cortisol, al tiempo que mejora los de serotonina y melatonina.
Mejora la autoestima y reduce la sensación de soledad, porque consigue que te sientas mejor contigo mismo.
Favorece la conciliación del sueño y reduce la ansiedad y el dolor crónico.
Mejora la memoria, favorece la flexibilidad del pensamiento, ayuda a conservar mejor las capacidades mentales y contribuye a que desarrolles habilidades cognitivas que benefician la gestión de las emociones.
Durante la meditación, uno se expone a todo lo que está presente en el campo de la consciencia, observando estas experiencias sin alterarlas o reaccionar a ellas. Eso permite atender a las emociones o sensaciones , agradables o desagradables desde una actitud que genera capacidad de sostenerlas y regularlas.